lunes, 1 de agosto de 2011

Capitulo VI

Seráfico atardecer, acostumbraba a esas horas vespertinas, a caminar por las playas, siempre había llamado mi atención una mansión, que penetraban en su estructura, unos cien metros, en el lago, estaba completamente amurallada, su extensión era enorme, nadie sabía por quien era habitada, lo cual despertaba la normal curiosidad. Decidido a develar lo que se me hacía, una obsesión, penetre en sus predios, lanzándome sumergido a nado, desde la playa contigua, al salir, la impresión fue de asombro, encantamiento, fascinación, no podía mi mente concebir, que existiera algo semejante, a los palacios que el maestro Platón, me refería en los cuentos, de las Mil y una Noches, que con esmerada minuciosidad describídmelos, como si hubiese estado en ellos.

La mansión principal, estaba construida sobre una estructura geológica, que corresponde a la era primaria, de la formación del planeta, una imagen de lo más arcaico de lo existente, ya de por sí, el contraste era alucinante, la rocas amarillentas, rojizas, al confrontarse con la luminosidad decadente del sol, le daban una visión espectral, sumidad empeñosamente en continuar brillando, por la construcción toda de mármol blanco, pulimentado, como si el objetivo fuese disputar a la misma virtud, su blancura; La altura de la montaña rascosa, unos nueve metros, por lo que era de deducir, que su cercado de hormigón, debía medir como unos diez siete metros, no pudiéndose apreciarse desde afuera, tan pomposa arquitectura.

Hipnotizado permanecía, sin darme de cuenta de las garitas, que albergaban a los vigilantes armados; Comenzaba a oscurecer, el encendido de las cientos de lámparas, me hicieron retornar a la realidad, competían ellas en brillantez, todas de metal amarillo, con las bujías fluorescentes, que se desprendían como lagrimas perlinas, sin terminar de caer; Entre en pánico, con la premura de la desesperación, pude vistear, que en la enorme mole de piedra, a su lado, donde no había construcción alguna, se erigía un enorme bosque, con inmensas arboleda de mangos, cañafístula, cotoperí, mamones, almendrones, al final de ellas salía una inmensa lengüeta del cerro, como si hubiese sido camuflageada, con toda intencionalidad, el ladridos furioso de una manada de perros, acrecentó mis temores, divise unas enredaderas, adheridas con saña a la montaña rocosa, apretuje contra ellas, para cubrirme, el esfuerzo me hizo caer en una cueva, que horadaba la primitiva piedra, mi asombro exacerbo, mis ya mal trechos nervios, sentía que de mi cuerpo habíanse escapado el alma, un sudoroso frio recorría mis carnes; Penetre guiado por una leve luz, que manaba de su interior, ahí permanecí acurrucado, tratando de librarme del espanto que se aposento en mí, sin la menor intención de quererme abandonar, la jauría de perros continuaban, su interminable algarabía al pie del improvisado escondite; Lo cual condujo a los vigilantes al sitio, entraron con sus lámparas, enfocaron un interruptor de electricidad, todo el sitio quedo iluminado, entre el miedo, pude observar que era un pasillo, túnel, forrado en mármol beige, semejando el color de la tierra.

Estaba descubierto, nada imaginé, ni pensé, los hechos atropellaron, cuando reaccione, me encontraba dentro del mismo palacete; El recibo era del tamaño de una de las viejas mansiones del centro de la ciudad, apareció un hombre de unos cincuenta cinco años, vestía de manera formal, impecablemente, pero lo que me dejo perplejo, es que en lugar del palto, lo cubría una especie de bata roja purpura, de pana abrillantada, que le llegaba, hasta un poco más debajo de las caderas, haciendo resaltar su camisa, de un azul suave, tenue, y su corbata amarilla como el sol, cuando en las mañanas, ya se ha definido.

-Joven, como está usted- nada conteste, continuó -realmente, es sorprendente que un niño, haya destruido, lo tan arduamente planificado por ingenieros, la seguridad, y hasta cierto punto dejado en ridículo a la vigilancia, pero bien, veamos, a que debo el honor de su visita- no atinaba a pronunciar palabra, el descontrol, aturdimiento descomunal, provenía de que nunca, me hubiese imaginado, que existiera un ser humano, con tan inmensa decencia, como pude, le explique, que mi curiosidad por penetrar a su propiedad, estaba fundamentada en lo que se decía en la calle, sobre todo en el mercado, de donde se puede observar con esplendidez la imponente muralla -Su curiosidad me parece muy normal, a esa edad, pero nunca olvide, para el futuro, que cuando nos entrometemos, en lo que no nos atañe, buscamos el peligro sin necesidad alguna; Más vale en la vida, ser como un espejo, que nada queda grabado, para los demás, únicamente para él; Mi nombre es Autom, pero para evitar complicaciones, siempre me han llamado Tom- lo interrumpí para preguntarle qué significa Autom, me parece un nombre raro pero bello; Él, enseguida me contesto -Realmente, de raro no tiene nada, yo diría que es un nombre muy trajinado, desde que se creó la palabra; Pertenece al idioma francés, al igual que yo, de Francia, significa sencillamente Otoño, es cuando comienza a oscurecer algo, en esencia se refiere a la estacione del año, que corresponde a los meses, de Septiembre, Octubre, y Noviembre, en la vida humana, asoma la verdad, donde comienza la declinación del ser humano, de la plenitud, a la vejez, bueno joven, dígame su nombre, y refiérame qué es lo que dicen en la calle, sobre mi casa-

-Mi nombre, es Adrasto, al mercado van todos los brujos, santeros, adivinadores, que existen en la ciudad, a buscar las hierbas, tabacos, licores, esencias, necesarias para sus trabajos ¿usted sabe?- -Se comenta, que en su palacio, se reúnen lo más selecto de la sociedad, empresarios, comerciantes, políticos, prelados, de los diferentes cultos religiosos, forman una sociedad tienen secreta, hacen sacrificios humanos, y someten a los jóvenes, a torturas para que puedan ingresar, e iniciarse; Que, en el cerro, donde está su palacio existen túneles, donde hacen todas estas cosas- después de haber hablado, estas borricadas, y viéndolo reírse, a mandíbula batiente, me sentí apenado, estúpido, abobado, en mis adentros me decía, como siempre pongo la cagada, si no lo hago a la entrada, lo hago a la salida.

Entre risas que le hacían brotar lagrima, y contorsionabalen todo su cuerpo, me paso el brazo, por los hombros, me dijo –Son casi las ocho de la noche, me supongo que no ha cenado, lo invito, y olvidamos su travesura, con una condición, que me cuente sobre su vida, porque realmente para ser tan joven, se desempeña con desenvoltura, viveza, astucia-

Dio la orden a un señor, entrado en edad, parecía ser su padre, por su elegante vestimenta, y la condescendencia con la cual le habló, su cabello blanco totalmente, hacían contraste con unas gafas negras, amablemente le dijo que me llevase, a una de las habitaciones de arriba, para asearme, lleno de asombro, mis ojos no se detenían, la escalera toda de mármol negro, en forma circular, cortado en la parte de abajo, para terminar en una estrella, la que llaman de David, el contrates del blanco, y negro, con las lámparas graduadas su intensidad, con el propósito de que produjera sombras triples, de todo lo que se introdujera en el enorme pasillo, me hizo sobresaltar, por primera vez tenía conciencia del desdoblamiento fantasmal, de la realidad de uno; Alma, Cuerpo, Incógnita, separándose, fundiéndose, con burlona alevosía, dedicándose a un juego perpetuo, interminable, insistente, imperecedero, que terminaba bulliciosamente, en mímicas incontrolables, en vacilaciones que denota anarquía, ya sin poderse esconder.

El señor que me conducía, noto mi estado, con voz, gestos suaves, me dijo –Joven, comprendo su perplejidad, vacilación, sin lugar a dudas, su conducta ha sido de estupefacción, no solo para usted, sino también para nosotros, quiero que escuche con atención, lo que le voy a contar.

-Un ser abandonado, vive protegido por el destino, y otro bien defendido, muere herido por el destino. Sobrevive el huérfano abandonado, en las grandes ciudades, porque sus instintos los desarrolla en armonía, con sus necesidades, y peligros; No se entretiene con nimiedades, por no estarle permitido, aprecia lo minúsculo, como si fuera oro, y al oro, le da la misma importancia; El valor de las cosas, y de lo que nos sucede, está determinado por la necesidad que se tenga de ello; Muere el niño cuidado en su casa, con excepcionales atenciones, con todo esmero, cuando el destino le es adverso, porque no lo dejaron que desarrollase, lo que por naturaleza le es dado, por Dios.

Suerte te ha dado el destino, al ocurrírsete está travesura, mucho has de aprender del señor Autom, y quizás, que otras cosas lograras de él; Pero recuerda, que el destino es traicionero, impredecible, y solo te permite llegar al fin con éxito, cuando no lo desafías, con frecuencia; Ven, deja ya tu asombro, que lo importante en la vida, es lo que se tiene dentro, todo lo demás, son chucherías de la vida, naces desnudo, y mueres desnudo, nada material traes, y nada te llevas.

Escuche que tu nombre es Adrasto; Voy a contarte la historia de Adrasto, y el rey Creso de Sardes, quién se creía el hombre más dichoso. El sabio Solón, luego de haber creado las leyes a los atenieses, por orden de sus ciudadanos, se ausento diez años de Atenas, para evitar tener que abrogar las leyes que había promulgado. En su viaje visito al rey Creso, esté lo hospedo en su palacio, mostrándole todas las riquezas, resultados de sus conquistas.

Preguntó, el rey Creso, al sabio Solón ¿Has visto al hombre más feliz de todos? –Sí, rey, Telo de Atenas- -Porque motivo, lo crees el más dichoso- pregunto el rey Creso –Porque en una ciudad afortunada tuvo hijos hermosos y buenos, vio nacer sus nietos, y murió antes que todos ellos, con gloria, luchando por su ciudad, siendo honrado como héroe por su pueblo.

Pregunto el rey Creso, a quien consideraba de segundo. Nombrándole dos jóvenes Argivos, que murieron en sacrificio a su dios, honrando a su madre. Se encolerizo el rey, y le dijo que si no apreciaba su prosperidad. Contestándole el sabio Solón

-La vida normal de un hombre es de setenta años, lo cual representan veintiséis mil doscientos cincuenta días, ninguno de ellos es idéntico, el hombre es todo azar. Esa pregunta no puedo responderla, antes de saber que has acabado felizmente tu vida.

El hombre muy rico, no es más feliz que el que vive al día, si la fortuna no lo acompaña, hasta acabar la vida en toda su prosperidad. Muchos ricos son desdichados, y los que tienen poco pueden ser dichosos, se puede ser rico pero acosado por las enfermedades, o por los médicos. El que no tiene, poco se enferma, porque no abusa de las comidas, ni de nada. Tú eres afortunado, pero solo sabrás que eres dichoso, cuando llegues a tu fin.

Estas palabras no agradaron al rey, despidiéndolo. El rey Creso, en esos momentos estaba preparando la boda de su hijo, cuando llegó a su reino un hombre frigio, de linaje real envuelto en una desgracia, había matado sin querer a su propio hermano, pidió al rey lo purificara, Creso lo hizo, quedose a vivir en su reinado. Se caso el hijo del rey, apareció un inmenso jabalí en el monte Olimpo, se prepararon los jóvenes guerreros, para matarlo, oponiéndose Creso, a que fuera su hijo, en razón de que había tenido un sueño, donde su hijo moría atravesado por una punta de hierro, enfureció el príncipe reclamó a su padre su actitud, este le confesó el sueño, y el miedo que tenia. Con astucia el hijo le hizo observar, que los jabalíes no tienen hierro, sino colmillos, cedió el padre, y llamó al frigio, para que se esmerara en cuidar a su hijo.

Preparados los guerreros, escogidos por su valor, con sus venablos, arcos, arcajas, y perros, a cazar el enorme jabalí, que destrozos y muerte sembraba en los pueblos aledaños. Llegados al monte Olimpo, buscaron la fiera, hallaron, lanzaron los venablos contra ellas. Fue en ese mismo momento cuando el frigio, protegido, purificado por Creso, lanzo su venablo, fallando, dando en el cuerpo del hijo del rey, se cumplió la predicción del sueño, el frigio se degolló ante la tumba del hijo del rey; Su nombre Adrasto ¡Metete al baño! dúchate, al salir encontraras en el vistiere, que es esté, nuevas prendas de vestir, son del hijo del señor Autom, quien tiene tu mismo porte, la ducha te proporcionara agua caliente, y fría, la de color rojo es caliente, la azul fría, puedes combinarlas, si deseas bañarte en la bañera, le das a esté botón, para que el agua salga por el grifo de ella, si necesitas algo, aprietas esté interruptor, enviare a alguien, para que te ayude, no te retrases demasiado- -¿Cuál, es su nombre? Pregunté- -Eimarmena-

Incertidumbre, susto, espanto, me abandonaban con sortilegio mágico; ¡Soberbia estúpida, insolente, jactanciosa, ridícula, elucubraba en mi mente! Pesquisa fantasiosa, acrecentaba mí certeza, las habladurías, de los brujos, ebrios, buhoneros, carretilleros, les daba el soporte que se le puede proporcionar a una nube viajera. Impusosé doña Mesura, de la cual háblame el maestro Platón, causa me decía, en parte de mi desgracia, por haberla dejado a un lado, siempre se deben medir las consecuencias de nuestras decisiones; Poniamé como ejemplo: No te dejes llevar por las habladurías, comentarios, del pueblo, ellos nutren el vacio de su alma, con supersticiones, fantasmas, no es, que en su mente perviva como una costra, el deseo de dañar, de la maledicencia, sino que la naturaleza, y Dios, les han dado ese escape, para que la vida no se les haga tan aburrida, y sin sentido; Es de ahí, de donde nace, lo que incorrectamente llaman, cultura Popular. Todo hacer, deshacer, manifestación, creación, comportamiento humano, es cultura, no hay parcelamientos.

< ¡Adrasto, termina de contarnos lo esencial, me dijeron los señores Luis y Tiresias, agregando el señor Luis -Como dijo algún escritor, que en este momento, no me es dado recordar su nombre “Las cosas pueden decirse, no con apresuramiento, y sin encantos, pero si, dejando que la mente de los oyentes, puedan fantasear, con los detalles, y crean sus propios sueños” que la minuciosidad en el cuento, no tiene hoy en día, ninguna justificación, por el contrario, es una de las causas de que cada vez, existan menos lectores, y más cibernéticos-

-Bajé al salón, estaba una bella dama, sentada en uno de las lujosas poltronas, me sentía completamente raro, con la vestimenta, es decir, tenia la seguridad que andaba delirando, desnudo, como el rey del cuento del poeta Anderson, creo que me decía Platón que así se llamaba. Vanidoso, extraviado de las realidades de su pueblo, encerrado en un narcisicismo que manifestaba su arrogancia, insensibilidad, incapacidad para guiar a un pequeño pueblo, a la prosperidad, su única preocupación, era los vestidos confeccionados con las mejores telas, creadas por el ingenio indetenible del ser humano, sus ministros dedicabasen exclusivamente a buscarles las más inverosímiles, dos aprendices de sastres, observaron con detenimiento al alocado rey, cuenta se dieron, que como la mayoría de los que gobiernan, una manía desarrollan en su vacía mente, siempre fuera de la realidad, se las arreglaron ingeniosamente, juraron poniendo como garantía su vida, que ellos confeccionarían el vestido jamás visto con telas mágicas, nunca utilizadas, ni vistas por la humanidad, en el lapso del hacer la vestimenta, a cada pieza del fantástico vestido, consultados eran los ministros sobre su belleza todos exclamaban con asombro, su aprobación, terminada su realización, salió de su palacio, erguido, erizado su andar, escoltado por los zorros ministros, caminaba por impecable alfombra roja, su piel era banca como la leche, entrado en edad, carnes bofas, flácidas huyentes con prisa del descornado cuerpo por el tiempo, habían reunido a todo el pueblo, sin excepcionar a nadie, silencio sepulcral, ojos desorbitados del pueblo anunciada con antelación la revelación, que por generaciones seria transmitida.

Entre los presentes dos niños, gritaron como si en sus gargantas les hubiesen instalados dos micrófonos de los que utilizan las minitecas < ¡El Rey Está Desnudo! > Los pensamientos de los locos, que apreciamos como incoherentes, en su esencia tienen la magia de lo real maravilloso, cuando no tienen poder. Pero cuando lo poseen son destructivos, malignos, más aun, cuando son aupados por los bofos ministros.

Los vestidos me elevaban, transformaban, sentía en mi interior cierta superioridad, pero a la vez vacuidad, suaves como las dormilonas de seda, la cual había acariciado en casa de la amiga de mi madre, la de corruptora de menores, poseía como si las coleccionase.

Como si me conociera desde mi nacimiento, se levantó la señora Autom, y con una efusividad de madre, tomó mis manos, beso en ambas mejillas, la aroma que destilaba, tan imponente mujer, surtió un efecto narcotízante; Hice lo mismo, con la mayor delicadeza, bese suavemente, una de su mejilla, como lo había visto en las películas del cine Vallejo* Sin dilación, con prestancia, elegancia, majestad, retiro un poco, para observarme en detalles –Tienes un parecido asombroso, con nuestro hijo- -¿Cuál es tu edad?- –Diez siete años ¿Dónde está su hijo?- Dos lagrimas, se desprendieron de sus ojos verdes, como si fueran dos peñascos, retenidos por una montaña, que se resiste a soltar parte de ella, todos los vellos, nacientes de mi cuerpo, levantaron como queriendo salirse de sus poros, la piel se estrujo, el espíritu sobresalto, una sensación completamente desconocida, produciendo un nudo, en mi garganta, deseos de llorar. –Él, él, se, se, encuentra en Francia- -Tomó de la mesa una servilleta, de seda blanca, con delicadeza, como si fuese a atrapar en sus manos su alma, que deseaba escapar, corto el camino a las dos perlas, quedadamente, lentamente, deslizabasen sin prisa, por sus rojo rostro, las atrapó, en el sedado pañuelo, guardo, en el cofre de su corazón-

-¿Reconfortado el Joven?- Me preguntó el señor Autom, sin esperar repuesta, se dirigió, a la señora, abrazo con delicadeza, beso tiernamente en los labios, diciéndole a manera de interrogación -Bien ¿qué te parece, el mozuelo? Ella, se quedo mirándome, en sus labios dibujo, una silueta roja, virtuosa con armonía, como el sol naciente, beso, retiro, despidiéndose, con breve mímica, de su mano.

Unos minutos, el señor Autom, quedose embelesado, extasiado. Fervorosa fe, anonadado se veía, tan aprisionado, esclavizado, como deben sentirse los luceros, que perduran eternamente, en la soledad del Universo, sin compañía, a quien puedan expresarles sus cuitas.

A partir de ese momento, el señor Autom entro en un trance. Se presento, el señor Eimarmena, sacándolo de su letargo, era su mayordomo. Creimiento tenía, que eran vainas de las películas, nos condujo a una inmensa terraza, donde se podía apreciar toda la belleza nocturna del lago, era finales de Febrero, las brisas díscolamente jugueteaban, vientos se hicieron, dos eran, cada uno tratando de vencer al otro, golpe y contra golpe, tronar insensato, guerra sin sentido, las olas en asombro, no les era dado decidir a quién elegir; Ir, venir, sin tregua, ni descanso.

Sirvieron la cena, poco comí, tantos instrumento, a los lados de los platos, me hacia recordar la única vez que penetre a la morgue, para reconocer, a uno de los habitantes del mercado, que habíase suicidado; Al finalizar la cena, tal como había enmudecido, comenzó a hablar, el señor Autom.

–Mira Adrasto, lo que pueda decirte, no tiene relevancia alguna para mí. Nadie te va a creer, que tú, has estado aquí, mucho menos, que has conversado conmigo, por ese motivo, puedo ser bastante franco contigo, la razón de que te haya invitado, a departir un rato, es por tu gran parecido con el hijo de mi esposa; Él, fue concebido, en su primer matrimonio, vive en nuestra villa, de los Alpes franceses.

Anda, con cuidado; Si miras al Sol, con fijeza desafiándolo, la ceguera se posara en ti, por el el resto de tu vida; Sombras, sed, y fuego, serán tu eterna compañera. En mi vida, he tenido un único pecado, adquirir poder insaciablemente, ha sido tan absorbente, que ha guiado mi fantasía, como las olas negras de la tempestad. Las religiones, me parecen estériles, de mentes infantiles. ¿Acaso Dios, no ha creado el universo, para que quede manifestado su poder, gloria, amor? Si Dios, es el Sentido primigenio, el hacedor por antonomasia, infinito, perfecto, absoluto, en sí mismo, ¿Qué necesidad tiene, de dar pruebas, de sus divinos poderes?

Demostrar, significa convencer, en sí mismo, un obrar incomodo. Siendo, Él, tan puro, que necesidad tenia de crear lo impuro, imperfecto, lo finito, el Eterno Sentido, los mortales. Las impredecibles bestialidades, de los llamados humanos. ¿Qué honor, complacencia, pudo sentir, al haber dado origen a insectisillos, que se devoran insaciablemente, ante su imperturbable mirada?

Me retire, a la placidez de las voluptuosidades de la vida, en las costas del mar Mediterráneo, día, y noche, disfrutábamos de la vida excelsa malsina, no había tiempo para pensar, que pueda existir otra vida. Amaneciendo un día, contorsionárseme el cuerpo, mi alma recibía un fuego abrazador, cientos de colores envolvían, sin humo, solo chirrisca; Con ella, la revelación de mi verdad, existencial. Se instalo en mi espíritu, en sucesión audible me confesó < ¡La Creación es una decadencia, un desliz, una caída del Sentido, de las Tres Divinas Personas; Ellas, no son otra cosa, que la humillación, el sacrificio, de la Trinidad Divina, para poder existir, y su eterna expiación!> Manifestasen en tres Divinidades, con una única naturaleza. De ellas, Una, nos es conocida, porque tomo forma humana; Poco vivió entre nosotros, dada la ferocidad codiciosa del Poder-Esclavizar, que nos nace, al ver la posibilidad de cualquier negocio < ¡Vivo, no, nos Servía! >

< ¡Muerto, se haría una mina, de valor incalculable! > ¿Acaso, no le era obligación, ser Redentor, Caída, y Humillación? La creación implica, rebajamiento, sacrificio. El Padre rebaja a su Hijo, a la Humillación, de ser humano. El Hijo expía, la culpa de Adán. El Padre, la de Lucifer. Adán, al igual que todos los humanos, sueñan, aspira a ser dios. Lucifer, le disputó la supremacía a Dios, se hizo rebelde, fue precipitado al abismo. El Espíritu Santo, encarno su misión redentora, para expiar los pecados, del género humano, que destruyen incansablemente, el mensaje de Cristo; Los apósteles, desde el mismo momento de su ingreso al movimiento Revolucionario, de Jesús, tenían cada uno, sus planes de acciones; Solo esperaban, la Crucifixión.

Así descubrí, por primera vez en el pensamiento humano, el más grande secreto, nunca manifestado a persona alguna, la verdadera causa del origen de lo viviente. Toda la creación es una traición, pero una traición necesaria para existir, de no haber sido, seria la nada, que aun rondaría, para buscar Ser Existencia. Engrandecido fui, por los más altos intelectuales, en todos los campos del saber; Procedimos a inventar claves, indescifrables, aun para nosotros, símbolos, parábolas, estratagemas, teorías, doctrinas, sectas discordantes, para enmarañarlo todo. De ahí, mi mente extrajo una de las teorías, por no decir la única, que abre mágicamente la verdadera vida, de está existencia tan escuálida, endeble, voraz, fugas, cruel.

¡Únicamente, pon tu esperanza en Dios! cuando irremediablemente, no haya otra solución a tu problema, es decir, antes de tu muerte, complaciente Él, te dará su perdón Desde mi niñez, el mal ha agitado mi ser, con deseo gozoso; Busco sin agotamiento las tentaciones; Trato por todos los medios de multiplicar, agrandar mis pensamientos de creativa maldad; Hago caridad para ayudar a los necesitados, a hundirse más, buscos los medios, para que se conviertan en dependientes, viciosos, esclavos, de esa manera pierden toda libertad; Él no existe dentro de mí, igual me da que otros crean, siempre y cuando no interfieran. Mi natural divinidad, es Satanás, el Diablo, a él, he cedido toda mi voluntad; Mis pecados son conscientes, buscados, deseados, peco sin ser vencido por las tentaciones, yo las creo, por eso, no soy temeroso, no cedo a la vileza del remordimiento, de la confesión, expiación.

Deliberadamente adopte el mal, solo temo, cuando hago el mal, no haberlo hecho lo más profundo posible; Si la perfección a través de Dios, es válida, también lo es, su contraria, la del Diablo. En esos túneles, que tu curiosidad te permitió saber que existen, nos reunimos, cada dos años, los más crueles, diabólicos seres vivientes. Dictadores, Potentados, Presidentes, Primeros Ministros de la Grandes Potencias, Políticos, Guías de Todas las Religiones- -Señor Autom…… ¿Los Otros?

2 comentarios:

  1. Los pensamientos de los locos, que apreciamos como incoherentes, en su esencia tienen la magia de lo real maravilloso, cuando no tienen poder

    ResponderEliminar
  2. ¡Únicamente, pon tu esperanza en Dios, cuando irremediablemente, no haya otra solución a tu problema, es decir, antes de tu muerte, complaciente, Él, te dará su perdón!

    ResponderEliminar