lunes, 8 de marzo de 2010

El Orfebre

Si, mi Dios me hubiese dado más fuerza, hubiere adornado, todos los bosques, jardines, las flores, todas las madres que son diosas, con mis joyas.

Y no hubiese trabajado para el enjoyado.

Porque el duende de mis creaciones, el viento se los ha llevado.
Necesidad y Creación, son mal pareja, porque carpanta siempre la de ganar ha tenido.

Siete brillante tallé, uno perdí, antes de partir, Dios lo dispuso así, y sin fuerza y con mucho dolor, mi vida finalice. Acabose la orfebrería porque sin todos mis duendes, la magia que ÉL me otorgo, con la perdida de ese brillante me la quito.

Estando los dos, solos de vacaciones, sin aviso y con premura te lo llevasteis; sé que fue para hacerlo una estrella, gracias te doy por la vida que me diste, que la riqueza verdadera la conocí en esté bello transitar.

Finaliza el orfebre, la joya encomendada, brillantez codiciosa llena de vanidad del enjoyado. "Mira", " Admira; se la pone, se la quita, la mira de cerca, de lejos; paga y se va. Queda el orfebre con su mente nuevamente vacía, anonadado su rostro.

Conseguido el oro, lo selecciona, lo acaricia como el cuerpo de una mujer, lo mira con ternura como a un niño recién nacido. Enciende la fragua, introduce en el crisol el oro, fuelle y fuelle, dale que dale a la manilla de la fragua, , de los carbones brotan todos los colores imaginables e inimaginables, se combinan, pelean entre sí por tomar más espacio dentro del fuego, saltan las chispas de los carbones innobles, se prepara el vaciado, con arena negra, dentro de un molde que es sólo un esqueleto, se moldea la figura deseada en la negra arena, se le deja una entrada entre la misma arena que rellena el esquelético artificio. Rojo, anaranjado, verde, azul, amarillo, gris, plateado, negro, casi a punto, le dice el crisol, se destapa por arriba quitando un carbón, se revuelca, briba, tiene mil colores, queriéndose imponer cada uno, borbotea tiene vida, quiere una forma, toma el orfebre el molde entre dos tablitas, abre espacio, aparta los mil colores en ebullición, por el orificio entrara con vida el valioso metal, toma la pinza en una mano, en la otra el molde, ambos brazos y manos se convierten en tenazas de hierro, no tiembla, no se inmuta, los ojos fijos en el orificio del molde, equilibra su cuerpo, lentamente hace el vaciado, al final se escapan pequeñas ráfagas de humo, como si fueran duendes maléficos que escapan, saben a las torturas que será sometido lo moldeado. Posa el orfebre sus manos en el cautivo yunque, inmóvil en su eternidad, no hay otro destino. Mira, el orfebre con malicia sus manos que son raptadas por hadas, duendes que de ellas se han apoderado.

El golpear le surge del alma; el martillo jubiloso también sufre, se desgarran, se complacen, se acarician, gimen, sufren, como los mártires y entre los tres es un sólo hacer, en un único amor, en una compasión, y un furor que se empareja, iguala, se solidariza, viven, saben con suficiencia serán para el enjoyado objetos inertes, manifestación de opulencia, expresión de vanidad, culpables de asesinatos, envidias, recelos, odios.

Comienza a menguar la tormenta, llega la lima, acariciando las asperezas del metal moldeado, el buril para hacerlo hermoso, y tallar en él, figuras alegóricas, románticas, de expresión de amor, de idioteces, de banalidades, la lija acaricia, ha terminado la tortura, la estopa de la pulidora lo acaricia, le da esa luminosidad que atrae, conquista, subyuga, la joya en su magnificencia, y el orfebre sale de un trance, ha viajado por mundos ignotos, vuelve a la realidad. Ha cumplido su alma de artista. Alza la joya, se asombra de su indiferencia......., ella se ha convertido en Vanidad.

Así fuiste León del Carmen León, arte te sobro, la inocencia del artista siempre te acompaño. Creaste no sólo joyas en tus crisoles de arcilla. Procreaste en el crisol de Alicia, muchas vidas, que se han multiplicado, y esparcido por muchos países; amigos tuviste, fuiste el último en irte, aguante de mártir en las tragedias, bondadoso en tu eterna pobreza, creativo en la desesperanza, anchuroso como el río Orinoco en la formación de juventudes con tus equipos de beisbol y enseñando ajedrez. En homenaje humilde para TI, viejo León, esté breve escrito.

1 comentario:

  1. Hermoso, creo que nosotros tus hermanos podemos apreciar en su justa magnitud lo expresado en este escrito ya que tenemos las vivencias de ese fraguado del oro y su transformacion en joya, gracias por este homenaje a papa , te quiero mucho La Flaca

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