martes, 12 de julio de 2011

Capitulo IV

-Así expresosé Calcante- El atrida Agamenón, con el rostro contraído, sus rangos monstruosos, mirada retadora, pómulos inflamados, boca amplia del criminal. La estocada de Calca, habíalo penetrado a la profundidades de su enturbiada, maligna alma, que dejaba traslucir sin dudas, sus intenciones. Moldeando su voz, para hacerla convincente, se despoja de sus armas, ordena que escancien el rojo vino, sin agua, puro, en las copas de todos los presentes, desatora su cara, buscando que el abrojo se haga rosal.

-Ocurrencias jocosas, que puede producir la demencia del amor, para las otras personas, pero nunca para el loco. Su razón, es la sin razón, que se tiene como tal, y solo puede ser considerada como razón, cuando se carece de ella, o se trata de fingir, para engañar, sin dejar de estarse engañando así mismo. De entre ellos, se encuentran los enamorados, amados, los caprichosos, consentidos. El saberse héroe, aún no queriendo serlo.

Urdidor es, y en su esencia recurre a la admiración que se le profesa, a sabiendas, que su destino es inalterable. ¿Acaso son desconocidas? Las angustias sufridas, por la madre del valiente Aquiles, la diosa Tetis. A su nacimiento, báñalo en las bendecidas aguas de Estigia, para hacerlo inmortal; De igual manera, no os ignoráis, que al enterarse del rapto, de la reina Helena, y nuestra decisión de ir a la guerra, lo sacó del gimnasio donde se ejercitaba, amaba, y era amado, por su inseparable Patroclo, enviándolo disfrazado de mujer a la corte del rey Scito, donde con su belleza, y su cabello dorado como el oro, deslumbraba a todos los jóvenes pretendientes. Siendo descubierta por la astucia del rey de Itaca, Ulises, quien urdiendo de su sabiduría, una inapelable estratagema, disfrazo de mercader, e inverosímilmente, entre sus mercancías mostro a todas las damas de la corte, armas deslumbrantes, esculpidas, con figuras alegóricas, a los inmortales dioses, en sus empuñaduras, que deslumbraban por su esplendidez.

¡Fijase el sagaz Ulises! en la mirada de avidez, codicia, con la cual, la más bella de todas las jóvenes damas, embebecida admirabalas, sin mostrar el más mínimo interés, por las otras mercancías.

Llámala aparte, y sin miramientos, pero con bondadosas palabras, dijole -¿Tú, eres el imbatible rey, de los invencibles mirmidones, el inmortal Aquiles? Debe serte conocido, la afrenta recibida, por el rey Menelao, todos los reyes griegos nos hemos involucrados, no tanto, por el honor del rey Menelao, sino por las ansias de aventuras, y lo que es más importante, por las riquezas que alberga en su seno, la amurallada Troya.

Otros intentos de conquista, realizaron nuestros antepasados, durante diez años lucharon ferozmente, en vano, hoy los dioses nos son favorables, pero si tú, no te nos unes, la desgracia de la derrota batirá nuevamente, a tan valientes guerreros-

Sus azules ojos, quedaronsé, fijamente posados en los del astuto Ulises; Una sonrisa de muerte, se dibujaba en sus hermosos rojos labios, paso su brazo, por la espalda del Urdidor, sin mediar palabra, comenzó a caminar, con él, habían atravesado los hermosos jardines, donde las aromas de las flores dejaban de emanar su invisible paz al alma, caían marchitas, presentían ellas, que el más hermoso de su súbditos, se alejaría para cumplir con su ineludible destino-

Pero, como dice el pueblo: El que nace barrigón, ni que lo fajen desde chiquito, el pollino, siempre será pollino, y de la raza burrera, con su misma inteligencia. Sin darse de cuenta, que el ofendido dios Baco, habíase apoderado de él, perdió no solo los estribos, sino que también casi excrementa los instentinos, por su soez boca, y cortando de un hachazo, lo que con tanto disimulo había construido, se dejo rodar por el tobogán, para caer en una sentina.

< ¡Estas, son coñoemadradas, del gay, transvestista, llamada la Rubia! > -Exclamó, Agamenón, y desahogándose con cagadas, continuo.

–A sabiendas por su madre, la diosa Tetis, de que si venía a está desmadrada guerra moriría, lo que quiere en realidad, es salirse e irse, con su Patroclo, para morir como un viejito en la cama, el vivir se le ha hecho habito, y cuando esto sucede, es porque se piensa en la muerte, porque por todos es sabido, que su inmortalidad esta en perecer, pero al parecer, se le han aflojado los cojones, y ha culipandeado-

En el palacio-carpa, emparapetados con todo tipo de objeto, lleno de trofeos, riquezas robadas, no se escuchaba, ni siquiera el sonido del viento, el mar permanecía estático como si fuera mármol, a todos los había petrificado, con su arenga; Su cuerpo transpiraba hediondez como la de la hiena.

-Okey; Voy, a entregársela al viejo Crises, pero yo me quedo con la que le toco a Aquiles, la Briseida- Se enredó el trompo, se insultaron, amenazaron, y, si no interviene la diosa Minerva, lo destaja el Aquiles con su enorme espada, que le había regalado, el dios Vulcano, al igual que su armadura mágica, a la diosa Tetis, para que se la entregara a su hijo, esté regalo se lo había hecho el dios jorobado, que así lo llamaban, porque quería acogerse a la bella diosa Tetis.

Apaciguados los ánimos, decidió el de los pies ligeros, Aquiles, retirarse de la guerra con sus valientes soldados, los más feroces, los mirmidones. La peste desapareció, con la entrega de Criselda, y las ofrendas que se le hicieron, al dios Apolo, para desagraviarlo. Sin embargo, y era lo que los griegos no se explicaban; Los troyanos barrían a los griegos, los habían hecho retroceder hasta las negras, cóncavas naves.

El compañero de Aquiles, Patroclo, se apiado del desguace que le hacían los troyanos; Se fue hasta donde su amante, y le dijo -¡Amado, si no queréis pelear, no lo hagáis! pero por lo menos, préstame tus armas, armadura, y carro, para que ellos crean, que yo, soy vos, les entre la culeria, y salgan espantados como perdices, cuando presienten su muerte. Aceptó él.

Salió el Patroclo, comenzaron a correr los troyanos, pero el más valiente de todos ellos, Héctor, el hijo preferido del rey Príamo, le echo cojones, enfrentándosele, matando al guevón de Patroclo, por meter sus pies en zapato ajeno. Feroz batallar, por las armas de Aquiles, carnicería en ambos lados, intervienen los dioses, y de entre una nube, rescatan el cuerpo de Patroclo, y las armas.

Corrida la noticia, como si la hubiesen transmitido por internet-yahoo; Llego a los oídos de Aquiles, enloquecido corrió, con la desesperación de un dragón herido, jalabase, arrapabase, sus amarillos, frondosos, bellos cabellos, abstruso no comprendía, negabase absorber lo absurdo de lo sucedido, por su terquedad, error, revolcaba en el arenal.

Logro recuperarse, cumplió con los ritos, e incinero el cadáver de su amado. Tomó su armadura, espada, ordeno a sus guerreros mirmidones, se prepararan para guerrear. Se enfrento al valiente Héctor, matándolo, arrastro su cuerpo, tres veces, alrededor de la amurallada Troya. A pesar, de su dolor, fiereza, el hijo de Tetis, por interpuestos mensajes de los dioses, que les parecía un sacrilegio lo que estaba haciendo, el de los pies ligeros, al tratar de esa forma el cadáver del héroe Héctor, y no permitir que le rindieran las horas fúnebres.

Lo convencieron de su error, y se encargaron mágicamente de crear una nube, que hacia invisible al rey Priamo, para que llegase hasta el poderoso Aquiles, atravesando el campamento, de los terribles mirmidones.

Ya en presencia del héroe, rogó, imploro el anciano rey, ante el abatido amante. Logrando conmover al inmortal Aquiles, con sus imploraciones, suplicas, consintiendo en entregarle el cadáver, de su hijo. Protegido nuevamente por la mágica nube, se llevó el anciano, lo que quedaba de Héctor, a Troya. Iniciaron las honras fúnebres, de Héctor, con lo cual termina la Ilíada.

Sin embargo, por investigaciones que se han realizado, para saber que paso con nuestro querido Aquiles, la historia más verosímil, es esta, que os voy a referir.

En la entrega, del cadáver de Héctor, se enamoró Aquiles de una hija del rey de Troya, Priamo, llamada Polixena. Ambos al verse sintieron el ineludible, inevitable, fogoso, impulsivo, fierro horadar de sus corazones, lanzado desde el arco mágico del travieso, Cupido, este, en una de sus tantas locuras, extrajo de su aljaba, dos flechas, con puntas de oro, que producen la enajenación en los amantes, las lanzo al centro de sus corazones, cegándoles todo entendimiento.

Prometió el héroe de los, pies ligeros, desertar del ejército griego, para unirse a ellos, si se casaba con él, Polixena. La virgen, hermosa joven, acepto. Acordaron la ceremonia, en el templo de Apolo Tymbreo.

Avisado el Paris, por el mismísimo dios Apolo. Lo espero el agraciado Alejandro, también conocido como Paris, guarnecido, protegido por las oscuridad, que emanaba de la noche, sin luna, Selena, Helena, acobijado tras inmensas columna, cómplices ignorantes de la emboscada fatal, que catapultaría a la eternidad de las letras al inmortal, Aquiles. Guiando Apolo, el camino fatal de la ineludible flecha, hacia el talón del magno héroe.

Ante está desgracia, los griegos se preparaban para irse, definitivamente. Cuando al astuto, vergatario, rey de Itaca, Ulises; Dijole en el oído, al comandante Agamenón

-Vamos, a prepararles una trampa. Construyamos un inmenso caballo de madera, como señuelo, colocamos en su interior azufre, y alquitrán, arriamos las velas de las naves, como si nos fuéramos, dejando las tropas escondidas lo más cerca posible, de la cuidad, que no reciban el viento de frente. Con toda seguridad, los troyanos, lo van a introducir en la ciudad, para festejar su victoria.

Cuando estén borrachos; Que como es sabido, el borracho, no le para a nada, ni a nadie, en su euforia, aupados por nuestros espías, encenderán el incontrolable fuego en el caballo, los gases que emanen, de la quema del azufre, y el alquitrán, actuaran como gases venenosos, muchos morirán, por las inhalaciones, otros saldrán en desbandadas, por todas las puerta, de la amurallada ciudad, esperamos que los vientos disperses, los letales gases, lo demás es pan comido-

Así, se hizo; Y fue tomada la ciudad. Esta, fue la primera vez en la historia de las Infamias de la humanidad, que se emplearon gases letales, venenosos, para ganar una guerra, el primer genocidio programado.

En esos tiempos, al igual que ahora, los bardos, poetas, escritores, eran unos pelas bolas, había uno llamado Homero, al cual le refirieron la historia, pasabasé pensando en ella, y hambre que viene, sin pedos con que solventar las tripas, que para estrujar, moldear, excrementar, no es suficiente el conocimiento, la contemplación, o el aire, porque así, como el bagre necesita la mierda para alimentarse, los humanos necesitamos los alimentos, para hacer la cagada, no hay momento que no se piense, en el yantar.

A los sucesos acaecidos en la historia me remito, y brevemente os contare lo acaecido a Buda, para dejar constancia de la verdadera necesidad ineludible, de la necesidad del embuchamiento alimentario.

Según una leyenda, Buda, comenzó a buscarse, a si mismo, su transcendencia, realización, ayunando permanentemente. Llegase a un rio, desfallecido, calaverado era su estado, cuenta se dio, que la vida se le escapa bajo el manto de una absurda decisión. Su figura se reflejó en el rio, asombrado quedose, en meditación hambruna, dijosé ¡Que vaina, es está! si quiero poder mental, autocontrol, meditar, crear un modo de vida, enseñar, necesario es el comer, así lo hizo, adquiriendo la imagen bonachona, de serenidad, inteligencia, sabiduría, transcendencia, que todos conocemos. A los ochenta tres años, murió de una congestión, habíase comido un lomo de puerco en mal estado.

Un buen día, se le ocurrió al poeta Homero, visitar la tumba del Aquiles, y mediante sacrificios y preces, logró que el héroe apareciese, ante sus ojos, fue tanto el esplendor explosivo de luz, que el bardo griego, ciego quedo, de sus ojos, por el resto de su vida. Pero en su mente irradio el poder del saber. Le fueron revelados, todos los detalles de la guerra. Dando origen a la más bella Epopeya, de todas las existentes.

Obra que al ser leída, penetrar en el alma, expresa las pasiones, afectos. Es la presentación en palabras poéticas, de hechos que ocurrieron, guiados por intereses, codicia, ambiciones, deshonestidades. Que al ser tomadas, por el poeta Homero, versificadas, las hace resaltar, embellecer, afinar, haciéndose parte de la conciencia colectiva, extasiándolos, paralizándolos, con las asombrosas hazañas, manipuladas por la creatividad de los espíritus creativos, que se apodera de su mente. Trastocando lo real, transformando en actos heroicos, hechos ordinarios de una injusta guerra, quedando plasmados los cuadros versificados, en un pasado absoluto, intemporal. Viéndose necesariamente obligados los dioses del Olimpo, a actuar en la contienda, definiéndose por uno de los bandos. Su vivencia, que de por si era anarquizada, se extremo por la contienda, hecho que significo que pasaran a la historia, y la fama en los inmortales hexámetros de Homero.

El bardo griego interpreta magistralmente la vida, pensamiento, de los griegos contemporáneos históricamente con él, sus ideales, sus temas preferidos, el tipo de relaciones sentimentales, amorosas, sexuales.

Haciendo surgir la tragedia como género literario. Homero, conocía la realidad acontecida, la dejo a un lado, para realizar su creación.

Claro es el Sol, en su amanecer, de ello hace memoria en la Arista de Diomedes. Sus versos, reveladores son:

“allí los peplos bordados, obras de esclavas sidonias
Que de Sidón trajo Paris, semejante a un dios del cielo
Cuando cruzó el ancho mar en viaje funesto y trajo
a la divina Ilión, a Helena, de ilustre padre.

En la Odisea, en los siguientes versos, reafirma ese conocimiento:
Tan sabias drogas tenía, Helena, hija de Zeus,
regalo de Polidamna la egipcia, esposa de Ton,
que el fértil suelo de Egipto engendra copia de drogas
muy variadas, saludables muchas y muchas letales”.

En otros versos, Menelao le dice a Telémaco:
“Por más que ansiaba volver, me retuvieron los dioses
en Egipto, por no hacerles acabado sacrificios”

-Quedose el maestro Platón, viéndome fijamente, cerro sus ojos, en su rostro asomabase un feliz sonreír, que translucías satisfacción. En realidad, lo deseado por él, era traspasarnos sus vastos conocimientos, de manera coloquial, y solo lograba bajar a ese nivel, con el hacendoso aguardiente, que como él mismo manifestaba.

-Mis muchachos, la verdad es elemental, clara como el sol, los hechos son los hechos, las verdades verdaderas, pueden ser transgiversadas, por la magia poética, embellecidas, pero no dejan de serlo; Precisamente la historia de la humanidad, es adornada de oropel, se dejan pasar, con intención, o sin ella, las verdades de los hechos, se transgiversan de mil maneras.

Recuerdo, cuando aún era niño, que en las películas, relacionadas con África, los indígenas originarios de esas tierras, eran para nosotros, unos villanos, que en su revueltas, asesinaban, a los pulcros, piadosos, dadivosos, blancos, sin importarles edad, igual sucedía con los indígenas de América.

Alejandro Magno fue un héroe, Napoleón un genio de la guerra ¿Cuántas seres humanos, suman, a sus cementerios? ¿Cuál, era el móvil, que los conducía, esas carnicerías?

En las cercanías de los recuerdos, todavía permanecen las imágenes horripilantes, la locura genocida, festejada por todas las monarquías de Napoleón; Un Hitler demencial, pederasta; Un Stalin sanguinario; Fidel Castro manipulador, desvergonzado, traicionero; Busch criminal, alcohólico, títere de las grandes transnacionales. Son tantos los casos de transposición, que ya se suceden sin asombro. ¡Y, lo paradójico, extenúate, inverosímil! que cada día, lo hacen con más facilidad, por el desarrollo tecnológico, la alienación comunicacional, siempre ha habido manipulación de los hechos.

Esa primera vez, la de los griegos, no planificada, pero si callada, aun hoy. Las consecuencias de un engaño pueden marcar, la vida de una persona, grupo, sociedad, civilización; Por infinitas generaciones, engarzándonos, herrándolos con sellos que se idealizan, pero que son desvalores; O, en realidad, los tenemos, venimos con ellos, son parte de nuestra esencia humana, de un alma, energía vital, estática, que no evoluciona, en sus instintos primarios.

La civilización occidental, sigue bajo el sometimiento de los principios más negativos, de los legados de la civilización Helénica. Somos el Apolo, traicionero, corrupto, tramposo, caprichoso, bisexual, sensible a las artes, vengativo, incestuoso, inteligente, engañador, audaz; Y los arquetipales dioses, creados por nosotros mismos, en expresión de nuestra interioridad. Cupido el eterno niño desmandado, que no muestra respeto alguno por la edad, posiciones, jerarquías, sexo, pasase todo el tiempo volando, husmeando, con sus alas de oro, disparando por doquier sus flechas armadas de lengüetas de oro, encendiendo corazones, o de plomo despertando el odio; Sin impórtale las consecuencias de su desfachatado comportamiento.

¿Qué travesura, ha hecho mi hijo eterno? Pregunto Afrodita.
¿Acaso alguna vez, diferencia ha tenido?
Le da igual, flechar con oro, o plomo, sin distinguir.
¿No lo ha hecho, hasta con el viejo Zeus?
¡Poniéndolo a fornicar, con los adolescentes humanos!
De Ares, amante de la batalla.
Matar, por puro placer
Su hermana Éride, eterna buscadora de motivos
Para armar, peleas, muertes, guerras.
Dionisio, creado disfrazado de niña
Para que no lo encontrara, la diosa Heras
Eterna engañada, del adultero, lujurioso, dios Zeus.
Así nació, creció, Dionisio, luego Baco,
Inventor del vino, las demencias embriagantes,
Bacanales, incitador del terror, alegrías,
Al ser, consumido, adorado, venerado.

Hermes Trismegisto, y sus Hijos, fuentes inagotables para la inspiración del intelecto, fantasmas que se posan, esconden, en la mente humanas; Psiquis, fantasiosa, misteriosa, escurridiza, lanzando su anzuelo, sin interrupción que cae al azar, en forma de joyas, coronas, flores, prisiones, abrojos, locuras psicóticas

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