domingo, 16 de mayo de 2010

LOS CABALLITOS DE LA MAR

Fueron cincuenta las hijas de Nereo y de Doris. Entre ellas Tetis, su cuerpo, algunas veces se
metamorfoseaban en Sirenas.

Bellas son las Nereidas Jugaban con los Tritones, y ellos les servían de caballos de tiro en lujosos carros, desplazándose por la mar, los Delfines a sus lados correteaban en alegría, no toleraban la competencia.

Era.....Un bello atardecer, de la diosa Amaterusa. A sus lados, en voluntad de jugar; unos caballitos muy pequeños, se confundían con la policromía de los colores.

Los delfines enloquecieron de alegría; los Tritones dejaron de tirar las bellas carrosas; las Nereidas no mostraron enfado, sus rostros era de felicidad que ahí, habían llegado, sin darse de cuenta de la gran lejanía, a donde su juguetear les había conducido.

Sintieronse seguras de tan largo viaje que habían realizado; porque cuando se está jugando como niños, El Dios Crono descansa, y se olvidad del andar del Dios Sol y la diosa Luna; y ellos en su confusión, se aman sin darse cuenta cual es su obligación, se pusieron a querer, a tan hermosos y elegantes nuevos Caballitos, que numero de once, se mecían sobre las suaves olas, sin tenerles miedo siguieron jugando; ellas sin saber, la intención de tan altivos, felices Caballitos.

A su padre Neptuno se lo dijeron, y le rogaron que les prestara, el Tridente forjado por Vulcano, por si acaso lo necesitaban; terminado en tres punta la vara del poder, para impresionar a los pequeños forasteros.

Le preguntaron las Nereidas, guiadas por Anfitrite, esposa del viejo Neptuno. ¿De qué dioses provienen, que para nosotras que somos Diosas de muy viejo linaje, nos son desconocidos?. A unisonó respondieron -¡Venimos de una gran Ostra, que en el fondo de la Mar en su estómago nos tenia albergados. El DIOS, de la eternidad, para guarnecernos de la maldad de los dioses malos, y de los humanos que engañan. ¿ Y; a qué, se dedican en tan remoto lugar? Todos, a jugar y contemplar la hermosura de la Mar, que nuestra madre es.

-Pregunto la bella Tetis, que de amor maternal , sabía mucho-. ¿ Como, pueden ser hijas de la diosa de la mar?. -Si nuestro padre Neptuno; es el único dios del mar y su esposa, mi madre es está; quien fue la primera que los diviso, y les pregunto-.

Le contesto la mayor de los Caballitos, que era hembra. - Para ustedes su padre es el dios del mar; para nosotros nuestras madres, es la diosa de la Mar. Que así las llamamos a las que la vida nos han dado.

Cada quien, le da nombre a lo que siente, piensa y cree que es su verdad por eso es muy importante saber respetar, lo que cada uno piensa y hace; sin causarle daño a los demás, que ahí está el secreto de saber vivir sin provocar odios, ni maldades, porque al final de cuentas un solo Dios, todos tenemos y es en el que cree cada quien-.

Las Nereidas, estaban enmudecidas y anonadadas y en su rostro había mucha jovialidad, por ese encuentro tan casual, de esas mies comenzando a crecer.

Continuo otro de los Caballitos de la Mar, que igualmente era hembra, pero se diferenciaba de la primera, por que su cabellera era rubia como cuando se va poniendo el sol y su brillantes no hiere los ojos sino que da muchos colores donde destaca el amarillo. Y, la primera su cabellera era de color azabache

-Dijo. -Nosotros los Caballitos de la Mar, varones y hembras, un designio tenemos que cumplir, para ayudar, divertir y darle belleza a la raza por venir, que se llamaran "Humanos", nosotros debemos esparcirnos por todo el mundo, para forjar a los caballos que amaran los seres humanos. Nuestro andar con el dios Crono será lenta.

A la Tierra deberemos adaptarnos.
Hablo el tercer Caballito de La Mar; que varón era, y eran tan bellos sus ojos que tomaban el color de lo que mirara. - Esta será la última vez, que todos juntos estaremos, cada uno ira a un lugar distinto de la Tierra, para ahí evolucionar, poco a poco. Muchos inconvenientes deberemos de sufrir, pero como todo lo establece el Dios de cada quien, en la perseverancia, la bondad y la fe, está encerrados los mayores logros de la vida.

El cuarto Caballito de la Mar; en hablar; era espigado y su forma de andar ya develaba, que en futuro sería un caballo de muy rápido andar. Y así le dijo a las Nereidas. -Esté Caballito, de la Mar que a mi lado siempre está, será muy famosa por su bailar, ya en la Mar; pueden ver ustedes sus picardia que tanto ritmo tienen. Nosotros nos bifurcaremos y seremos muy famosos; porque Dios, nos ha hecho para ser una raíz primigenia.-

¡Saltaron, volteretas con mucha agilidad y gran destreza daban dos Caballitos de la Mar, su concentración en los juegos, hacía prever que muchos caminos habrían de tener, el mayor de ellos dos, les dijo a las Nereidas.

- Lo más hermoso en la vida, es tener tenacidad y cuando uno comienza a hacer algo, no debe dejarlo a mitad de camino, por muy difícil que nos parezca al comienzo. Por que los Perdedores Dejan que las cosas pasen. Los Ganadores Hacen que las cosas pasen.

¡De pronto, como si fuera una estrellita, que saliera del fondo de la Mar!, Un caballito, hembra, con cabellos de rojizo, como el suave rojo del amanecer; se apareció con un jardín de rosas que de coralinas había hecho, y a cada una de las Nereidas les fue regalando una. A su lado estaba otra que se reía de todo lo que hacían, sus ojos eran oblicuos, y dentro de ellos se podía ver su sensibilidad, su ternura y su amor por todo lo viviente. Expreso- Nosotros heredamos de nuestras madres y padres, la fortuna del Amor, y lo haremos acrecentar y sera un cirio inagotable de luz. Los nueve caballitos , mecían sin cesar en una bella concha de ostra, con almuadones de algas,verdes, amarillas, rojas a dos caballitos, que eran recién nacidos, ambos se sonreían con los mimos que todos les hacían y les cantaban canciones:

Nuestros corazones pronto partirán para diferentes continentes; nos esparciremos por montañas, Ríos, llanuras, por las estepas, desiertos, sierras nevadas, por las islas, por los rosales Y como los duendes de García Lorca, Inspiren a los Humanos para que canten mil amores Y con nuestra alma, sean héroes Frescura de rosas milagrosas, Danzas milenarias y eterna bailamos, Inconfundibles somos, por nuestra nobleza, Hoy brillamos en la Mar, mañana en todo lugar.

La Nereida Galatea, perlina como el liquido blanquecino, que da la consorte del toro; les dijo a todos los Caballitos de la Mar. - ¿ Pueden decirnos su nombres,para consultar al vidente Tiresias y a al interprete del oráculo de Delfo; Calcante, sobre sus destinos?.- Le contestaron al unisono, los caballitos, hembras y varones que sabían hablar. - Agradecemos el gesto amable y de muy buena intención que expresan; pero ya nuestro Dios, nos los ha revelado; sin embargo, nuestros nombres se lo develaremos; cada uno.

-Victoria, soy, la que preside el éxito, el triunfo,vencedora hasta de lo imposible-.
-Isabella, dinámica, sobria, amante de la limpieza, de la solemnidad, de lo luminoso y de pensamiento firme.

-Santiago, me preocupo por todo, y cuido a los demás, Dios recompesara.
-Sebastián, me llamo y un gran respeto doy a todo el mundo, para que me respeten; y mi hermanita menor. Marcela que le gusta ser apoyada y es muy decidida en todo lo que hace.
-Marcel me llamo yo, perseverante, y martillo hasta realizar lo que me propongo, innovador hasta la saciedad, y mi hermano es. Thomas, diligente, emotivo, intelectual, amante de lo posible e imposible-
-Alexia es mi nombre, la que protege, me atrae lo desconocido, el saber, lo casual, retribuidad en lo que hago, me gusta ser, mi hermanito se llama: Francisco, amable, condescendiente, cordial, armonioso,y muy persuasivo-

-Yo soy, Sofía, curiosa, resolver los problemas con rapidez; me gusta el arte, la danza, la música, la libertad y la sabiduría, y mi hermanito, Alejandro Adid, proctector, vencedor, creador, de carácter, defensor de la verdad y emprendedor ha de ser-. Emocionadas las Nereidas, ante tanta belleza, en coro así les cantarón.

Nosotras las Nereidas, que amor tenemos.
Y, seremos Ángeles de su Dios, a tan bellas
Niñas y tan gallardos Niños, cuidaremos y,
Velaremos, para que sean felices en esta vida.

A, nuestro padre encomendaremos
para que en el azul Mar, en los suaves Lagos
los caudalosos Ríos y los blandos Manantiales
los proteja. A, Orfeo, le pediremos que en sus Almas
aloje la sensibilidad de la música. Suplicaremos
a las nueves Musas, trasmuten sus conocimientos

¡ En, ese momento una gran algarabía entro, a mi cuarto y sobresaltado
me desperté. Eran mis once nietas y nietos, que me sacaban de tan bello
sueño. Que con la Voluntad y Favor de nuestro Dios, ya crecen esparciendo alegría en la Naturaleza, en el corazón de los humanos, con influencias para todo el saber y el espíritu abierto.

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