domingo, 26 de julio de 2015

Una araña en el huerto de los Abrojos - Capitulo I

PROLOGO.

Quizás, se hace difícil prologar lo escrito por una persona tan cercana a una, pero después de leer la obra y poder constatar y saborear sus variadas exquisiteces de pensamientos e imágenes, se disuelve la dificultad iniciar.

Escribir sobre un tema, cuya presencia en la cotidianidad del vivir venezolano es abrazadora y avasallante; logrando mostrar esa realidad, a través de un lenguaje poético, donde no cabe el lenguaje grotesco de la realidad.

Un texto preñado, sembrado con muchas metáforas, con descripciones de su alma, y la proyección de su energía, en un lenguaje novedoso, de sus Sombras. La humanización permanente de la naturaleza, acompañada de una imaginación muy rica; que nos lleva a recorrer el Universo, a partir de un sentir humano más profundo.

A medida que se va penetrando en la  argumentación del cuento, la manera como la narrativa, revela la presencia de una profunda investigación, de diversas corrientes del pensamiento: mitología, historia, física cuántica.

Lo sorprendente, es el tratamiento de conocimientos profundos, con un manejo lirico del lenguaje, con una exquisita belleza, junto a una sutil manifestación, que lleva la imaginación a un encuentro múltiple con lo creado. Tiene el suficiente contenido y diálogos para obtener el parlamento de una excelente obra de teatro.

La descripción detallada y angustiosa, de la brevedad de la vida, que anuncia el final, la muerte que nunca cesara, de ambos personajes, es inyectada en un paisaje de decadencia humana; logrando penetrar en la interioridad humana, cargadas de miedos, ansiedades y recuerdos que oprimen.
Todo el discurrir de la obra, va acompañada, de observaciones, muy inteligentes y sencillas, sobre el significado de la vida, los sentires humanos, las puertas abiertas, plasmados con dimensiones de una introspección al ser humano, y desde la visión de un hombre de mente brillante y de sentir generoso.
Migdalia Chaparro







Una Araña en el Huerto de los Abrojos
                                                                                  
    

 La Sombra que refleja nuestro cuerpo no pertenece a él, es la Energía del alma que se manifiesta en nuestros actos, haciéndose, deshaciéndose, dividiéndose, mofándose, humillándonos, enloqueciéndonos. Las Esferas son tan esenciales como las Sombras.
(Chokmah y Binah)
 Bienvenido seas, sin nubes encendidas por la ira, sin nada más que sufrir, decir. ¡Sí! Viajaste en alucinaciones o quizás opresiones, que se apoderaron de tu frágil existencia; quisiste formar un universo único, propio; vistes los focos de luces que cantan la fortuna; y hoy, te invade una dejadez ¡Arrepentimiento de tus maldades! El espejo guarda todo tu fango y comienza a reflejarlo, pasaran muchos años para que se pueda solventar la destrucción, el despilfarro y la corrupción, que mágicamente creaste y lograste, en tan corto tiempo. La vida se te escapó, creyéndote que realmente eras un inmortal. Fuiste demasiado ambicioso, en profusión; creíste poder manipular a los poderes mundiales, aupado por las hienas parasitarias y los aduladores profesionales; y hoy yaces insepulto, vagando con las almas errantes, aullando tus dolores en los desiertos de soledad, donde solo se escuchan los lamentos de los espíritus en pena, en busca de la ansiada tranquilidad de la muerte.

Su tono impetuoso y desvergonzado traducía sin decoro, las irreflexiones de toda su vida, adornadas de historias inverosímiles. Las patrañas de los mentirosos y astutos, es la historia de la destrucción continua, de la locura y de la escabrosidad; donde se desdibujan las conciencias de esos seres humanos, tocados de alguna manera por la fortuna, por un destino que no atinamos a comprender. Los personajes tiránicos, son verdaderos libros abiertos, textos de transgresiones, violaciones, humillaciones, arbitrariedades, extorsión; y que, inexplicablemente o quizás, con urdida complicidad, sus felonías sirven para la creación y supervivencia de especímenes semejantes. Su concepción pragmática lo indujo y llevó a la sencilla conclusión: los hombres ignorantes y los demás, que son la gran mayoría, son escollos y targunes. La forma de esta historia es demasiado sencilla y llena de construcciones inverosímiles, hasta llegar a las cúspides predecibles de un enmarañamiento, tan difícil de desenredar, tanto como una tonelada de estopilla virgen. La historia Universal de la Humillaciones, es la historia de estos comediantes.

Al individualizar a nuestro personaje comprenderemos porqué su calaña deja atrás los prototipos que ofenden, humillan y afrentan al género humano. No solo se levantó hasta las nubes, ensalzando y ensalzado, elogiando y elogiado, por las cavernarias dictaduras del globo terráqueo y los gobiernos con fachadas facistas; fue festejado, y porque no decirlo, adorado en el Bronx neoyorquino, en los suburbios de Londres, por los gobiernos de los países industrializados y las naciones conceptualizadas como abanderados en la defensa de los derechos. La razón, muy humana, su locura dadivosa; cancelo la deuda  exterior de la Argentina, recibiendo garantías basuras; prodigó a reconocidos gánsteres; internacionales, traficantes de drogas; deportistas reconocidos como consumidores de drogas e inestabilidades mentales; justifico e institucionalizó el robo, asalto, secuestro, la extorsión, las expropiaciones como modo de enriquecimiento para sus esbirros, el reconocimiento a las bandas armadas de la narco-guerrilla, creo una fuerza armada paralela alimentada de odios, ignorancias, resentimientos, como medio de vida para satisfacer las necesidades de sus huestes y atemorizar a los disidentes. Durante su mandato la criminalidad logró ser la más alta del mundo; libero a los pobres de sus complejos y temores a exigir lo que les pertenece, pero los encauso en una vorágine de libertinaje para su propio provecho. Vindicó la memoria de Stalin, Juan Vicente Gómez, del dictador Marcos Pérez Jiménez, del asaltante de caminos Maisanta, con el cual se emparento; estableció la más grande red de circuitos radiales y televisivos bajo su tutela personal. Se propuso que en todo pueblo hubiese un cuartel y en cada oficina publica o institución del estado, se prodigase con su rostro; anhelo un mundo que no fuera el caos previsto de los partidos políticos; pondero el odio y la intolerancia, la mentira, adulación; maldijo en cadena nacional y declaro la necesidad de exterminar a los judíos y pulverizar a su país; declaro y acometió una nueva interpretación de la historia; venero y acaso invento una nueva raza, la raza bolivariana, siendo él, el verdadero heredero de los legados del Libertador; creo una nueva fisonomía de Bolívar, dándole rangos de mulato y afeminado; anhelo y practico la disolución de cualquier tipo de control por parte del estado y la servidumbre de los otros poderes; creo la red de corrupción jamás vista ni soñada, emparento el estado con los traficantes de drogas fundiendo un narco-estado, su justificación, inundar a los países desarrollados con drogas para desestabilizarlos y para alimentar la insaciabilidad de dineros de sus corruptos militares; diluyo inmensas fortunas para hacerse una imagen internacional de líder; considero como criminal cualquier disidencia; actuó imitando a Boves, haciendo promesas a los pobres de entregarles las propiedades de los burgueses, capitalistas y oligarcas, lo cual cumplió con un tsunami que arraso la economía del país, y dio origen a una nueva clase fundamentada en la descomposición y el despojo; pretendió semejarse a Bolívar en los medios coactivos empleados para otorgarles y darles a comprender los derechos y obligaciones a los desposeídos, pero supeditándolos a que fueran sus seguidores incondicionales: Bolívar “El nuevo ciudadano que rehusé tomar las armas para cumplir el sagrado de defender  su libertad, quedara sujeto a la servidumbre, no solo él, sino también sus hijos menores de catorce años, su mujer, y sus padres ancianos” El Arañero: Quien no este conmigo, es un traidor, vende patria, debiendo ser eliminado; quitó a los disidentes (más del cincuenta por ciento de la población) el derecho al trabajo y los más elementales derechos humanos. Se imaginaba que no podía abandonar el poder porque solamente él tenía la fuerza y legitimidad para mantener su “Revolución”  y preservar la confederación que creo con Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Cuba; urdió una teocracia “revolucionaria” erigida con el nombre de Bolívar y una muy personal interpretación del pensamiento y obras del Libertador, por supuesto, nada más lejano, al ideal republicano del héroe americano, conduciéndolos a extremos inverosímiles e inimaginables, apoyado con una muy bien orquestada invención y masiva campaña mediática; sostuvo sin el menor rubor y alardeando de su ignorancia que la historia de su país, se detuvo en mil ochocientos treinta (año de la muerte del Libertador) y solo se activó con su llegada al poder en mil novecientos noventa y nueve; mediante decreto, dejo por sentado la verdad dogmática de que Bolívar había sido el precursor del socialismo inventado por él; en las reuniones de su gabinete dejaba vacía una silla, junta a la suya, para que fuese ocupada por el espíritu de Bolívar y compartir las decisiones con él; creo una nueva imagen de la Santísima Trinidad: Bolívar, Él, y Cristo. Propuso la existencia de una única doctrina, negándose a debelarla por su carácter divino. Emprendió un adefesio de liberaciones a naciones del continente americano, tratando de emular al Libertador, empleando como arma de ultima generación los dólares americanos provenientes de las exportaciones del petróleo, los cuales entregó con la mayor irresponsabilidad y fuera de todo control a los presidentes de esos países; viajó desaforadamente imaginándose que eran distancias que recorría para estar presente como máximo general en las batallas contra el imperio; esa tropelía, sin lugar a dudas, estaba en su enloquecida mente germinada por el hecho de que Bolívar, combatió en cuatrocientas batallas, siendo derrotado solamente en seis oportunidades, de las cuales setenta y cinco fueron grandes batallas; liberó seis naciones, cabalgo ciento veintitrés mil kilómetros, recorrió diez veces más distancia que Aníbal, tres veces más que Napoleón y el doble que Alejandro Magno. Sus ideas filosóficas, doctrinarias y personales fueron expresadas en noventa y dos proclamas y dos mil seiscientas treinta y dos cartas. Las de él están condesadas en un impreso El Arañero, manipulado con sobrada adulación por dos alquilados periodistas cubanos.   

Cosa bien extraña, casi inconcebible; vertiginosa maraña de ilusiones de intrincadas confusiones y absurdos que se extienden para ensombrecer la vida; algo que llena de estupor, casi incredulidad, porque no es fácil comprender, cómo puede el ser humano tenido como sensato, creer y vivir sin zozobrar, profesando tales doctrinas, sin haber sido reveladas, menos aún practicadas, y que puedan idolatrar a un débil e ignorante congénere, como si se tratase de un dios. El hombre es amigo natural del engaño, de olvidar la existencia de la falsedad y a amar a los impostores, porque traducen el deseo de semejarse a ellos, más aun, cuando vislumbra en su inconsciente una ventana que le permite la salida a sus complejos y vivir de la mejor manera sin mucho esfuerzo.
Es inevitable que sea juzgado, él, ya no puede ser condenado y purgar su infausta y siniestra conducta; su verdadero castigo esta por venir. El incompresible destino lo libero, una vez más, de enfrentarse a la realidad, a su cobardía; su único escape, esta vez, era la muerte. Es ineludible y no deja de ser comprensible que todo aventurero político y marañero se crea un predestinado y que razone: Mis  desmanes son la prueba contundente de que lo Soy. Son especímenes que se convierten en vencedores de la noche a la mañana a quienes el destino les ha asignado esa fortuna; lo que los hace intachable hasta su acabamiento; luego se hacen evidentes todos sus crímenes. La concepción que abarca todo sus pensamientos es simple, sin dejar de ser nefasta: el poder debe ser ejecutado por los hombres fuertes sin escrúpulos; la moral y las leyes se hacen para ser violadas, todo crimen que sea aliado de su pensamiento no deja de ser loable, sin carecer de justificación. Consiguió, no abolir las elecciones, pero si avasallar todo intento de contradicción; el beneficio de esa delatora panacea son el servilismo, el temor, la brutalidad, la indigencia mental y la delación. La época de apogeo de estos ejemplares son ciclos vulgares que languidecen con sus incredulidades, apuros, perplejidades y circunstancias difíciles, que desmoronan toda virtud, rodando por la pendiente hasta su ruina final. Los síntomas de las generaciones que se procrean en esos periodos es la ceguera general que aviva la parálisis espiritual, el entumecimiento de la mente, la frialdad social, la insensibilidad ante el crimen, conduciéndolos a una soledad de egoísmo y de ociosidad destructiva.

Toda pretendida revolución es destructiva e incrédula, prevaleciendo la decadencia legitimada de la pohedumbre y la ruina. El estado se hace confuso ante la evidencia de su derrumbamiento, se desploma a nuestra vista, invadiéndonos una tolerancia impotente y otras tantas veces cómplice. La historia de las revoluciones es elocuentemente demenciales y son escardadas por imposiciones personales que las conducen a atroces desenlaces de muerte, tortura, corrupciones, instaurándose una fauna de especímenes carentes de toda virtud; es como si emergiera de lo más profundo de la oscuridad, monstruos encerrados en corazas humanas, dispuestos con un poder de maldad jamás concebido.


Lamentos del Arañero. 
Cría la tierra terribles aberraciones con locuras de maldad que causan horripilantes dolores. ¡Ay! del que en sus crímenes se comporta con insolente altanería, siempre teniendo una excusa: avanza, con violencia la venganza tenebrosa, entre conocidos ríos de sangre que devora las injusticias; y, como Anfibena, la peligrosa serpiente, que habita en la oscuridad de las entrañas de la tierra, andando indistintivamente, hacia adelante y hacia atrás, exhalando venganza, odios, crímenes; así mismo avanza  el infortunio tejiendo una madeja desde el comienzo de la vida, que al estar concluida no es posible escapar. ¿De qué vale el poder y la riqueza, si se es muerto?  ¿Por qué siento un terror que revolotea con persistente angustia encerrándose en mi corazón? Solo es afortunado aquel que nadie envidia y uno vive rodeado de aduladores e hipócritas.
Por las noches solo me acompañan lúgubres delirios que asaltan con lágrimas que se niegan a navegar, llenas de muerte, albergadas en vasijas de odios  ¡Bestial fiera! cogida en los raudales; causes se hacen de la sangre derramada que inundan el resto de mi existencia. Sufre la monstruosa hechura humana, sin corazón ni sentimientos. Mediantes engaños perecemos, tan igual a como hemos engañado. Y me veo perseguido sin treguas por la bestial fiera en los ensueños. Recuerdos surgen, y veo la lóbrega mirada del sanguinario maestro de la isla; con miles de brazos arrojando las maldades gestadas en tétricas ideas, que dejaron de serlas, antes de iniciarse, para convertirse en monstruosas realidades pasadas, sin abandonar el presente y perseguir el futuro; su enferma mente cegándonos e induciéndonos a continuar su macabra obra, son redes de donde no se puede escapar.

Mi abuela, diosa, que en su vejez abandono la placidez de esa edad para dedicarse con ahínco a forjarme en esa edad pueril y fantasiosa e inculcarme en la adolescencia, donde la insconciensa nos hace corretear desbastando todos los peligros, me inducia a seguir sus virtudes, preceptos morales y religiosos; todas las mañanas me repetía como si fuese un rosario –Déjate de esforzarte por hacerte el gracioso con las otras personas, se ríen te tus chistes, pero a la vuelta de la esquina, te consideran un payaso; no regales las arañas que con tanto sacrificio hago para que sobrevivamos, te vas a acostumbrar a dar lo que no es tuyo ni te ha costado trabajo, ellos tienen y nosotros no, te quieren por los regalos pero al no tener que darles, se sacudirán de ti, y a la larga siempre se mofaran de tus ímpetus de grandeza, la verdadera grandeza es la honestidad y la modestia-
Empezaba a sospechar la sequedad de mi corazón, se avenía la agonía de la noche con su deslumbrante y monstruoso silencio, soledad de éxtasis que azuza los sentidos en busca de un significado, de una seña que me  señalara rumbos; una sensación de placer comenzaba  a embárgame, mi cuerpo era delicadamente acariciado por una fuerza que expresaba amor filial, mire el pecho y se espadañaba una araña de una belleza diabólicamente horripilante, de sus ocho ojos en constante movimiento se desprendían cuerdas coloreadas que se ahincaban a arrullarme, de pronto ese diminuto ser grotesco se transformó en mujer, imantando un prodigio como el de los capullos para hacerse flor, lentamente ante mi mirada petrificada, rodeada de una aureola turquesina, se fue haciendo vieja, su rostro de dulzura y bondad dejaba traslucir la imagen de mi abuela.

Ya, se hacia amanecer pero perduraban los rastros de oscuridad acompañados por los primeros trazos de esa luz que nos vislumbra e inyecta fuertes ansias de continuar, y con ese el portento de vida se batían enloquecidamente y vertiginosamente, colores brillantes que se amelgaban en silente música en los ojos, rotulando las efigies de la infancia; mi abuela se introdujo los dedos de las manos en su boca y en vórtice  enajenado extraía de sus adentros un hilo muy fino de multiformes tonalidades, con la pericia de la artesana para ordénalos se hacían hebras de luces, con ellas comenzó a urdir fardos de nubes encendidas; vapores floreados, blancos, turquesas, amarillos, que navegaban en los estanques del cielo haciendo sus prisioneras; lino amarillo de agua y azules flotando con sus risas de imaginación; alhelí con sus aromas presentidas haciendo juguetear las emociones; saltaban, azuzando el prodigio, el contraste del amarillo y el blanco de la carmolina; el lirio azul disputándole  la belleza a los cielos para expresar su candidez de enamorada; la violeta de tono rojo y azulado escondiendo su sensualidad.

De crisoles de encina encendía vapores de finas capas invisibles y celajes, acobijando los deseos; la rosa roja con sus túnicas de corales anclados amándose; la coralina como una soberana haciendo brotar la envidia en las rosas de otros colores, creando bellos paisajes de ilusión y fantasía; colores todos que chocaban por su brillantez y esplendidez con los nacientes rayos del sol; en sus ensueños fundió todos sus figuraciones en una fragua de nubes y las vació en los vientos peregrinos !Comenzó a alimentar su crisol de ilusiones! con los vientos que caminaban llenos de Dios, para hacer sus Arañas en el infinito Universo. Rojas que cubrían y opacaban la aridez de los desiertos; azules matizando su efervescencias de oscuridad; negras que se esconden en la misma negritud de la oscura noche; verdes que hacen palidecer los follajes de los bosques; las hizo con los colores de las mariposas; imitando el arco iris, la aurora, las flores de los mares, de los pájaros; las hizo de nubes enardecidas por la tormenta, sembrándoles anárquicas figurillas, circulante, zigzagueantes, generadoras de las ocurrencias ilusionistas para alborotar la mente. Luego, se quedó mirándome, sus exhalaciones dejaban escapar vapores perfumados, que se desunmejian de su cuerpo; sin inmutarse, continuo viéndome sin perderme de vista; de sus ojos se espaldonaban lagrimas semejantes a arañitas que se aturdían con el llanto. Se hizo fuego con una neblina de soledad azuzándolo grises horizontes sin acabar; océano de arenales que se apoderan y estancian el alma, dejándola vagar sin rumbo; respire narcotizado, esos vahos fluidos, perfumados y enseguida se hizo el abrojo caminante; silbidos se escuchaban de una lejanía  desconocida, pero presentida, sin retorno. Se hizo todo oscuridad, que invitaba a los espectros errantes a salmodiar los vientos broncos ahumándose, sin lágrimas del roció.

Quede prendido de los portentos de mi abuela, pero mientras degustaba los majares visuales con los cual me ofrendaba, tuve la idea de verter en mis venas una droga que hacia olvidar la realidad, el miedo, el dolor, las ideas, la racionalidad y las maldades que comenzaba a prodigar y evitaba cualquier posibilidad de derramar lágrimas. Saltaron unos mulos que estaban en libertad de ramonear; menjurjes les di, obcecándoles la mente: aduladores danzaron de todos los confines del planeta; las arañas se hicieron de un solo color, Grises; las de mi abuela habían muerto; entre en un torbellino disgregante. Una sequedad se hizo dueña de cualquier pensamiento. Termino de nacer y fenecer el día, solo formas sin esencia, con los colores humanos, gélidos, monótonos. Era necesario comenzar a engañar y mentir nuevamente

Este mundo se trata de acumular poder y hacer fortuna para tener dominio, sustentarse y mantenerse, no hay término medio. Únicamente me fiaba de los sentimientos que había puesto a prueba y tenía la certeza de poder dominarlos. Me indignaba mi cobardía, la tremenda lucha interior que sostenía entre el pánico y el deber, este dilema era demasiado arduo para que pudiese fijarme en nada, fuera de mí mismo. Tras el último instante, donde debía resolver si continuar la lucha o rendirme, en esos minutos, se manifestaba una extrema ansiedad que dejaba escapar todo posible control en mi mente, martillaba los latidos de mi corazón, sentía que en la interioridad de los poros de la piel corrían frenéticamente, eran ríos llameantes y fríos que encogían la piel, explosionaban como la belleza atroz de los cañonazos, sus voces apagadas en mis sienes, producían vértigos, que me hacían danzar la mente en paroxismo frenético, ocultándome todo posible discernimiento. Una voz, que ignoraba en mi ensimismamiento, se convirtió en una estruendosa cascada con aguas de los manantiales de los cielos; mire la voz, sin ver rostro alguno, pinceladas difusas se aglomeraban en un coloquio sordo, luchaban por hacerse imagen, de esas turbulentas burbujas de condesadas opacidades, emergió una efigie rodeada de una aureola roja, diabólica, unos ojos amarillos y verdosos inyectados de codicia y odio, acompañados de una sonrisa que traslucían sadismo, con tenacidad de realidad se fue torneado la imagen como si fuese vaciada en un fundidor, la voz se hacía completamente audible  -Comandante no se atosiga, usted tiene dos posibilidades, seguir luchando y morir, quizás se convierta en un martí o rendirse; muerto no le sirve a nadie, menos a usted mismo, vivo se abren nuevos caminos y quien dice que no sea para bien; los únicos que no cumplimos con lo planificado, hemos sido nosotros, las excusas están demás, acepte la responsabilidad, aunque sea está la única vez, a usted no lo conoce nadie en este país, la gente está deseosa de ver algo diferente, es su única oportunidad- era un vivaz tenientico con sus verdosos ojos llenos de maldad, hipocresía y codicia, deseoso de cambiar el rumbo a su suerte y terminar con la oprobiosa pobreza en un futuro no lejano. Habló  ante las cámaras de televisión, se acordó de fingir, estuvo verdaderamente impactante y en su…… ¡Por Ahora! Tenía por primera vez en su vida la oportunidad de labrase en el poder, lo cual le producía estupor, y porque no afirmar, miedo, terror, de dejar de ser el hazme reír de la secta militar graduada con honores


Delirios del Arañero
Mi religión es única en los anales vividos y soñados de la existencia de los seres humanos; las otras surgieron de caóticas situaciones, unas deseadas, otras hijas de las fuerzas, de las casualidades sin conciencia, inhumanas. La mía urdidas con la saña del marañero; apariciones, desvanecimientos, incongruencias manifiestas, enunciados verdaderamente inverosímiles, delaciones, traiciones, asesinatos, torturas, todas esas malevolencias engranadas diabólicamente por el Maestro; audacias escalofriantes solo albergadas en alguna cosa superior a todo mal, carente de humanidad. La noche borra las vivencias y las somete al olvido y las reproduce en una trituradora enloquecida, hasta hacerlos desaparecer monstruosamente, innecesarias  o transformase en algo de lo mismo. Ella, mi religión, será ejemplo de una nueva manera de alcanzar el poder absoluto, con el empleo de la fuerza del dinero, las técnicas persuasivas mediáticas y la carencia de escrúpulos. Cierto es que diluí arbitrariamente lo que no me pertenecía, los dineros que le fueron donados a la secta, encomendados para su administración ¿Cuántos millones de millones de dólares americanos? algún día se sabrá, hoy o mañana, es difícil de determinar; he sido un sibarita montando un espectáculo.

Me han acompañado una fauna sacerdotal, difícil de volverse a constituir; ellos, fueron creados, formados, como hienas, hambrientas.  Todo el plan fue urdido por el Maestro de la isla de la felicidad; adefesio de doctrina, pero sencilla: una realeza premeditada, planificada y realizada, es la monarquía no hereditaria, ni legada por un don divino. Es la de los grandes hombres; aquel a cuya voluntad se deben someter y aceptar para poder gozar de un bienestar otorgado por los grandes hombres, es decir por Mi. Es el poder espiritual y terrenal que reside en mí, para mandar sobre los demás seres humanos, enseñarles e indicarles que hacer cada día, cada hora, en todos los intersticios de su hacer, de su soñar. He sido revestido por los símbolos de la capacidad; en mi reside la Soberanía de Estado. Las elecciones han sido un camino, donde la certeza de ganar cumplían con las revelaciones escrutadas por los nuevos dioses; los discursos electorales, son eso, discursos, para alborotar los instintos primarios de esa masa inconsciente que es el pueblo, niño siempre en busca de un cariño, de un comprensión; los parlamentos, sus proyectos de ley, son eso, arrogancias premeditadas de una fauna parasitaria; las verdaderas leyes deben ser dictadas por el gran hombre y deben ser el reflejo de sus ideas querencias, fines, por tanto, el Estado soy Yo.
El único posible gobierno perfecto no es el que se logra a través de las urnas electorales, de la elocuencia vacía, parlamentaria u otro mecanismo, ideado para entronizar a los mediocres. ¡No! Es el que contiene todos los ¡CORAZONES! imaginados, El que es el CORAZON de todo lo existente, que los posee con amplitud, que los hace o destruye; el más sincero, el más justo y noble, el más prudente y oportuno, que les manifestara que hacer y pensar. Esa es la constitución Ideal, así vuestros actos y vida estarán bien regulados. Por desgracia en la historia de los movimientos revolucionarios, hasta este momento, y con la excepción de la de mi maestro, que por supuesto como su mejor alumno, reconocido por él mismo, superare con creses,  han sido confiados a los más incapaces, innobles, cobardes. Ese simulacro de libertinaje las extermina, la verdadera revolución solo puede estar albergada en la sabiduría del Elegido, de lo contrario la maquinaria de las oligarquías las vuelve a engranar y la ficción desaparece, y se constituyen nuevamente cúpulas que vuelven a originar fracasos, miserias, desorden social, económico y ejércitos de miserables reclamando sus dadivas, a un estado paralizado por el derroche, el desorden y la corrupción, la inexistencia de la más mínima virtud; el secamiento de las mentes por la proliferación de doctrinas retrógradas, cosechada en los cenáculos Sionistas, sembradores de los holocaustos y la exterminación de la flora y la fauna. Diabólica, sin razón, la existencia de esos moldes; rueda que tritura; núcleo falso que lo destruye todo desvaneciendo la credulidad.
Su misión fue el desorden, el caos, demoler todo lo existente y ello es muerte. Su tiempo fue tan falso como sus partes de guerra, excusándose de su fracaso, alegando simpleces -Era necesario despistar el enemigo, sostener el ánimo  de los soldados, los activistas políticos fallaron y otras argumentaciones por el estilo, que no son excusas, porque el hombre verdadero no debe mentir nunca, dar por hecho lo que no puedo lograse.

Tuve en mis manos el triunfo del golpe militar, el derrocamiento del gobierno elegido por una camarilla que controlaba el poder electoral y a todos los demás poderes, lo cual justificaba la rebelión, estaba consagrada en la constitución, pero mi cobardía, legado de mis antepasados, no me lo permitió; cuando no se puede hacer nada, lo mejor es aceptar la realidad de los acontecimientos. Me encumbró al poder una concatenación de acontecimientos que, a mí mismo me dejo cortado; porque a pesar de haber contado con las asesorías de cuatro experimentados urdidores de engaños, maledicencias, astucias y desvergüenzas*, no bastaban para justificar lo logrado en tan breve tiempo. Veía los acontecimientos en su justo valor y hacia ellos dirigía las marañas. Tenía fe en mí mismo y estaba consciente que manejaba inmensas riquezas, lo cual me permitía manipular las situaciones más extremas, a la vez que se adherían a mi voluntad muchos gobiernos dirigidos por aspirantes deseosos de emplear mis métodos marañeros y mis dólares; esos instrumentos lo maneje con superior sagacidad. Así de humilde y humillado teniente, administrador de la cantina de la secta militar me erigí en el Elegido, haciéndome amo absoluto de todos los poderes del estado; a partir de ese momento, renegué de la realidad, cayendo en las fachas, me entregue a la fuerte ilusión para poder  creer en el engaño. En ese estado, no tenía ninguna posibilidad de discernir, la realidad de la falsedad, las adulaciones  me habían cercado por completo ¡Era un nuevo dios!

Los urdidores a los cuales hago referencia, son José Vicente Rangel, Miquelena, Olavarría y Fidel Castro. Personajes verdaderamente poseedores de una historial de manipulaciones.


El Maestro de los Marañeros

-La alimentación a nuestra nueva maraña en pleno siglo veintiuno, hacía necesario la invención de una religión que escondiera con elementos novedosos, no tramados en otras fiestas carnestolendas de las mascaradas de las historias revolucionarias, un arroz con mango, una droga que adormeciera, una vez más, las escuálidas conciencias de los humanos. ¿Y qué droga más potente? Que esa anarquía que se encuentra adosada en el alma de las juventudes, y el permanente odio, no sin justificación de los interminables batallones de los relegados de la sociedad, de los condenados a cumplir una pasantía por esta vida, conociendo únicamente en el transcurso de ella las injusticias, sin saber en realidad a que han venido, suficientemente claro hemos de estar que, mientras existan, son la esencia para llegar al poder y mantenernos en él. Yuxtaponer la corrupción, el avasallamiento mediático sin escrúpulos, la alienación por la alienación misma, la locura del consumismo fundamentado en la dadiva y lo más diabólico: el acomodamiento, una vez más, de los hechos históricos, mentiras que se adecuando a los interese de turno y el rompimiento esquizofrénico con las manifestaciones culturales. Era necesario adosarle a ese mondongo una figura épica, y que mejor que el conseutunario ultrajado y acosado delirante Sobre el Chimborazo Agónico. Idee crear una nueva simbología fundamentada en Bolívar y los emblemas patrios; erigir un nuevo perfil, un nuevo rostro que se diese semejanza con el núbil y díscolo caudillo. El poder del chaveteado era inconmensurablemente absoluto, para ello se hacía indispensable sacar los restos mortuorios del mantuano, venido a hacerse libertador, apoyado por el imperialismo británico y sus lacayos (o es qué acaso, no incursionaban, con demasiada continuidad en sus pensamientos y en las realidades, solicitarle al imperio Británico ser parte de su protectorado) y simular un estudio generalizado, la excusa tenía un fundamento histórico, en las versiones de su muerte: por tuberculosis, sífilis o envenenamiento, sabíamos que había sido por sífilis-
En Bolívar actuaba su deseo de libertar y por ese ideal sacrifico a su familia, su posición social, sus riquezas y su influyente parentela española. Dejo de ser mantuano orgulloso para convertirse en un guía  para la liberación de los pueblos de habla español. Nunca llego a confundirse, asimilarse y creerse la encarnación de las repúblicas que libertó. Supo delegar mando, permitiendo el surgimiento de otros héroes que se acercaban en grandeza y a sus hazañas. Trato de unir a los pueblos de habla hispánica por los nexos culturales, intereses comunes y la construcción de un futuro de igualdades y libertades. Rechazando la monarquía tantas veces propuesta.

miércoles, 22 de julio de 2015

Los Olores de Nuestro Espejo volvera pronto

Queridos lectores, hemos decidido publicar una nueva novela "Una Araña en el Huerto de los Abrojos" debido a que ha sido completada recientemente y queremos compartirla con Uds. 


Los Olores de nuestro espejo volverá pronto